Ya sé, ya sé que para muchos fastidio la receta con las espinacas, pero os prometo que están buenísimas, lo digo yo que a mí no me gustan nada, solo hay que disimular los sabores o echar menos cantidad de espinacas. De esta manera se consigue un plato completo y como siempre digo una forma de camuflaje efectiva para los pequeños y no tan pequeños...
Resumen de la receta en vídeo
Medio vaso de aceite aprox.
1 ajo
100 g aprox de cebolla
200/300 g de gambas
450 g de espinacas
4/5 cucharadas de harina
Medio litro aprox de caldo de cocer las espinacas
Otro medio litro de leche o la que se necesite hasta conseguir la textura que gusta en la pasta.
Sal
PARA EL REBOZADO
Harina
Huevos
Pan Rallado
Utilizo siempre las espinacas que vienen en bolsas de 450 g aprox congeladas, por lo tanto lo primero es darles un hervor en agua con sal, una vez que empieza el agua a hervir echarlas y tenerlas 5 minutos más o menos
Pasado ese tiempo las sacamos para un escurridor y reservamos
Guardamos un poco del caldo que resultó después de hervir
Antes de hacer la bechamel es mejor tener todos los ingredientes preparados, así que cortamos con las tijeras las espinacas, también troceamos un poco las gambas y picamos la cebolla muy fina.
Ponemos el aceite a calentar y echamos el diente de ajo entero
Luego añadimos la cebolla cortada y pochamos
El ajo lo retiramos, es solo para darle sabor, si os gusta el ajo también lo podéis trocear y pocharlo con la cebolla, eso según gustos
Cuando esté la cebolla pochada añadimos las gambas y las dejamos unos minutos
A continuación añadimos las espinacas y rehogamos todo junto unos minutos
Echamos la harina y mezclamos bien, a fuego moderado para que no se pegue y sin dejar de remover, dejamos unos minutos para que la harina tueste un poquito
Cuando esté añadimos el caldo reservado de las espinacas y a continuación la leche, no dejamos de remover, a fuego lento para que no se pegue y revolver bien toda la bechamel, poco a poco irá reduciendo y siendo más espesa.
Se deja lentamente el chuf chuf como yo lo llamo y cada poco ir revolviendo hasta que quede como os gusten, o blandas o más duras
Cuando estén, sacar para una fuente, si queréis la bechamel más dura simplemente es dejar más tiempo, si os gusta más blanda es añadir más leche
Dejar enfriar un poco y poner papel de film por encima para que no se forme corteza, luego meter en la nevera
Cuanto más frías estén mejor para hacerlas, en este caso además del huevo y el pan rallado, las pasé primero por harina.
Cuando dejo la pasta blanda utilizo harina, si dejo la pasta más dura solo el huevo y el pan rallado
Ahora ya solo queda freír en aceite, a fuego medio para que se hagan bien, sobretodo si las tenemos congeladas
Mejor sacar sobre papel de cocina para quitar los restos del aceite.
Yo para congelar las coloco sobre una bandeja de plástico y al congelador, cuando estén bien congeladas las paso a una bolsa y así no ocupan nada de espacio, y realmente a veces te sacan de muchos apuros. Luego es simplemente a la freidora o a la sartén, no hace falta descongelarlas, eso sí, si se hacen en la sartén el fuego no muy fuerte porque quedarán congeladas por dentro.
Si queréis menos simplemente dividir entre 2 las cantidades.
Si no queréis que sepan mucho a espinaca simplemente echar menos o también podéis sustituir el caldo por leche, y así sólo serían las espinacas. Yo siempre las hacía solo de espinacas pero mi médica me dio la genial idea de añadirles también gambas, y a ello me puse, les da un toque diferente.
Bueno son cosas que más o menos todos sabéis pero por si acaso yo comento, y no dejéis de decirme vuestros trucos porque todo el mundo tiene un toque diferente y a todos nos sirven los comentarios, es cuestión de cambiar, probar, inventar...
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