Hace mucho tiempo que tengo esta receta preparada y ya son muchas las veces que he hecho este lomo adobado cambiando ingredientes según gustos.
Os comparto la primera vez que lo hice, es una receta muy sencilla que solo requiere paciencia mientras el lomo está en la nevera curando y cogiendo todo el sabor de los condimentos.
Es una receta ideal para entrantes de cara al verano o para celebraciones especiales, siempre viene bien tener lomo en la nevera y si es hecho casero mejor que mejor.
Lomo adobado casero |
Resumen de la receta en vídeo
INGREDIENTES
Un trozo de cinta de lomo (este pesaba 1 kg y 100 g)
15 g de pimienta negra
15 g de ajo molido
20 g de pimiento dulce
Un poco de pimiento picante (opcional)
1 o 2 kg de sal gorda (depende del tamaño de la pieza de lomo)
Los g de los condimentos son orientativos, porque puede ser más o menos, todo depende del tamaño de la cinta de lomo
Buscamos un recipiente donde nos coja la pieza de lomo, le ponemos en la base sal gorda, luego ponemos la pieza y cubrimos con sal, presionando bien con las manos y que quede bien cubierto.
Taparemos y lo dejaremos en la nevera 2 días (48 horas)
Pasados los dos días sacamos el lomo del sal y lavamos bien.
Luego le quitamos todo el exceso de agua con ayuda de papel de cocina, apretamos bien y secamos bien
Después de estos días la pieza se ha quedado en 950 g
Ahora toca juntar todos los ingredientes del adobo, en este caso utilicé pimiento dulce, pimienta negra y ajo molido
En veces posteriores también le eché tomillo, romero, hierbas provenzales, orégano... admite lo que queráis, según gustos.
Una vez mezclados los ingredientes que vayamos a utilizar, untamos toda la pieza por todas partes, que quede bien impregnada con el adobo, fijarse en laterales y que todos los rincones de la carne queden bien cubiertos.
Luego, envolveremos la pieza con una venda, vamos envolviendo bien y apretando, que no quede nada al aire, bien cubierto, para finalizar yo le até una cuerda.
Una vez bien atado y preparado, lo ponemos en el fondo de la nevera, a poder ser sobre una rejilla o una bandeja de forma que la pieza quede en el aire por abajo.
Cada día le daremos vuelta a la pieza, yo la tuve mes y medio en la nevera, veréis como se va poniendo dura y como la venda irá quedando un poco más floja.
El tiempo varía dependiendo del tamaño de la pieza, yo para guiarme esperé a que perdiera aproximadamente el 30% de su peso una vez envuelto.
Es decir, una vez envuelto, en mi caso la pieza pesaba 1 kg y 17 g, cuando la pieza pesó 750 g es cuando lo saqué de la nevera.
Una vez pasado ese tiempo toca la hora de la verdad, le quitamos la venda y comprobamos como está el corte.
Cuanto más fino lo cortéis, mejor, este es el resultado, ni que decir que está buenísimo, una tentación muy peligrosa en la nevera, es como pipas, riquísimo.
Espero que esta receta os haya gustado y que os animéis a hacerla, veréis que buen resultado y como gusta en casa o a invitados, me vais contando.
Hasta la siguiente receta
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